No recuerdo el día exacto, en el que decidí volverme egoísta, en el que hice un collage mental de tus fotos y momentos donde me hiciste brillar, solo sucedió, y creí en esa frase... " el que persevera alcanza" pero no, quizás me falto brincar un poco mas alto, y bajar más estrellas para poner en tu habitación, para que al cerrar tus ojos Lo último que vieras eran esas pequeñas luces que me siguen a toda parte. Pero te aseguro,pequeño, que si en mi mente habrá un recuerdo, será de tus ojos, y de lo maravilloso que era observarlos y no poder evitar llenarme de preguntas... Duele, pero un día que ya no me recuerdes más, yo escribiré, y tal vez cantaré, muy mal, de hecho... pero a todo pulmón gritaré las letras de quien me hizo suspirar,sobra decir nombres... Solo quiero, que este recuerdo más, así solo sea lectura de una noche, logre sacarte un pequeño suspiro, y que recuerdes que hay alguien que te quiere, y que mas que eso...te recordará los días que tu ya no, y que quizás escriba mucho más, para mantener en su corazón una pequeña parte de ese bonito, despeinado, raro y escrupuloso... que cada día le saca un suspiro.
l.k
Ojo de poeta.
Mirando desde la tierra húmeda, el ojo de poeta roza con sus raíces los troncos mohosos hospedados en los bosques antioqueños. Acariciando sigilosamente a su enemigo, comienza su peligrosa y estética táctica para reinarlos, las verdes ramas que salen de sus extremos se alargan invadiendo el cuerpo troncoso de los árboles como una manta color montaña separada por las ramas de aquel moribundo colega. En la inmensidad se puede observar aquella majestuosa belleza que desgarra por dentro las hojas y deja tambaleándose a las mariposas intrusas con sus esporas mortales mientras que; por fuera, viste de hermosura la silenciosa muerte. Ana M.
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