Está noche te recordé... mas que las noches anteriores,Y mi corazón quiere que sepas que te extraña, que extraña tu mirada y tus besos, tus consejos y regaños y los abrazos que pocas noches nos dimos. Extraña tus ojos y la dulce voz que una vez anhelo escuchar cantar, Y los te quiero que ahora se acumulan esperando la oportunidad de poder salir... Nunca te olvide, y mi corazón aún tiene una parte se vos que difícilmente saldrá. Te quiero. .. y como siempre,sonríe, Que cuando eso pasa,el día brilla un poco mas... y las estrellas se alegran en las noches. No se quien ronde en tu mente ahora, no se si tal vez de repente me pase por tu cabeza... nose. Nose si mis noches, en las que sueño contigo, en las que tomo tu mano imaginariamente, transmita un poco de lo que siento al recordarte; Pero espero que el color de mis ojos y el olor de mi cuerpo queden por un tíempo más en ti, para que mis poemas aún tengan sentido y cada letra que dejó en ese cuaderno, sea la promesa de que algún día volveremos a vernos. Te quiero... y te querré hasta que mis mañanas no tengan un maullido de buenos días, y te recordare hasta que mi alma se desvanezca y no tenga mas opción que ponerte en el muro donde algún día alguien leerá, y sabrá que hubo alguien que de mis días saco los más hermosos versos y las más sinceras sonrisas.
L.k
Ojo de poeta.
Mirando desde la tierra húmeda, el ojo de poeta roza con sus raíces los troncos mohosos hospedados en los bosques antioqueños. Acariciando sigilosamente a su enemigo, comienza su peligrosa y estética táctica para reinarlos, las verdes ramas que salen de sus extremos se alargan invadiendo el cuerpo troncoso de los árboles como una manta color montaña separada por las ramas de aquel moribundo colega. En la inmensidad se puede observar aquella majestuosa belleza que desgarra por dentro las hojas y deja tambaleándose a las mariposas intrusas con sus esporas mortales mientras que; por fuera, viste de hermosura la silenciosa muerte. Ana M.
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