12/10/2016

No se cuando se convirtió en mi primer pensamiento del día, no se su apellido, ni de que color son sus ojos...
Nose como sonríe cuando le pasa un cachorro por su lado, o como se sonroja cuando le hacen un cumplido; ni siquiera se cuantos años tiene, o si planea viajar en los últimos días.
No dijimos hola, ni buenas noches, no me deseó buenos días o me respondió un mensaje; no supe cuando toco su guitarra por última vez, pero unos vídeos que logre ver en sus redes me hacen asegurar que lo hace muy bien.
Es una pregunta constante, una intriga que me envuelve cada día, y que me revuelve la cabeza y el vientre con pensamientos por montones, preguntas que nose si un día contestarà o sólo irán muriendo y dejando un recuerdo que se desvanecera mientras amanece, como las estrellas que en la noche me saludan agonizando, y en el día terminan de morir.
L.k

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