A que sabe el amor.

Una mañana, en las montañas verdes al oriente de nuestra ciudad yace una madre en apuros buscando desenfrenada la ayuda de un alma caritativa que acuda en su auxilio; más abajito, en el centro de la ciudad, un pintor se encuentra en un café. Él tiene un sueño y una angustia... y a la sinestesia, quien es su compañera de vida. 
El hombre afligido se pregunta a qué sabe el amor. Busca en besos lentos, disfruta la música de fondo y pinta amaneceres. Ya es de noche y lo acompaña en urgencias una fiebre de 40°. Allí, observa al frente una primeriza meciendo a su recién nacida que llegó prematuramente; le besa la mejilla y cae una lagrima en la boca del bebé, el también lloró. Por primera vez entendió a qué sabía el amor.
BanAna.

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